Las cosas que dejé de hacer siendo madre
- Sí, todas dejamos de hacer algo, de tomar alguna clase, salir por la noche, entre otras cosas cuando nos volvemos madres; y si alguien sabe de eso, probablemente seamos tu y yo.
Las cosas que dejé de hacer siendo madre son muchas.
Para empezar yo tuve a mi hijo a los 23 años, mi vida se rodeaba de fiesta, tomaba clases de batería y estaba saliendo de la carrera de Licenciatura, y sí, sabes que tu vida va a cambiar.
Cuando estás embarazada (puede o no) te llegan las náuseas, probablemente paño, mucho antojo y al final un poco de insomnio, todo distribuido por meses, tu cuerpo cambia, tus rutinas, pero no sólo eso: dejas un poco el glamour, los tacones por un rato, etc.
Pero cuando nacen los pequeños ahora sí, adiós temporal a los aretes largos, los montones de pulseras, se te olvida ponerte perfume o peinarte con cuidado, tu bolsa es una pañalera y cuando no lo es, se encuentra repleta de carritos o muñecas; pero eso no es lo que más duele dejar.
Lo que más duele dejar, son las clases a la mitad, probablemente algún trabajo que tengas o te haya costado conseguirlo, los gustos por ir a ciertos lugares, tener varios hobbies, visitar a gente o amigas en el momento que sea, ver cuando quieras tus programas y películas favoritas, platicar por largos ratos y además tener: tiempo libre sola.
Seguramente alguien pensará, “pues eso no duele, cuando sean grandes las puedes volver a hacer” y claro, pero en ESE momento es cuando las quieres hacer, no mañana, no en tres años, sino en ESE momento. Sí, se siente feo. Pero te diré algo, siempre se encuentra un momento para hacer las cosas realmente importantes, apóyate en tus padres, hermanos (as) si es que tienes, en tu esposo, y en ti misma.
- Organiza un calendario, haz bien tus rutinas y si estabas estudiando, páusalo por un rato pero no lo dejes, no te frustres.
- Si no te da tiempo de peinarte o maquillarte y realmente te gustaba, intenta levantarte un poco temprano o busca un estilo más práctico y minimalista.
- Busca restaurantes con juegos o guardería para que puedas salir con tus amistades y tu pequeño no se la pase mal, intégralo.
- Haz nuevas amistades, es muy probable que algunas de las que tenías antes no concuerden con tu nuevo modo de vida, ve cómo las nuevas mamás lidian con esto, te sentirás sumamente identificada.
- Descubre algo nuevo que te guste, asumamos que te encantaba salir a bailar, probablemente ahora te pueda gustar la gastronomía, las manualidades o qué se yo, ¿Yoga matutino un sábado?
Pero aquí te digo lo importante:
No es cuestión de dejar siendo madre, sino de ganar.
De ganar nuevos hobbies, nuevos amigos, nuevas clases, nuevo todo. Y no todo es sobre nosotras, es también ganar a un hijo que se parece a ti o a tu pareja que seguramente es fantástico, de ganar un amor como nunca lo habías pensado; de ganar una parte de ti que tal vez no conocías como mujer, madre y esposa.
Lo que se gana con la maternidad es algo de lo que siempre estaremos agradecidas, que se hace más presente en aquellos festivales navideños, día de la madre o bailes de primavera. Se gana una satisfacción tan grande, un amor tan intenso y una felicidad que seguramente NADA te lo pudo haber dado antes, ni ser tía de alguien, ni ser la mejor en todas las clases, salir todas las noches etc.
Sé feliz, siente amor y da amor.
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