Otro de los temas que está muy de moda en este momento, es hablar del movimiento feminista.
Constantemente, por no decir que todos los días, observo en mi facebook distintos Posts de algunos hombres haciendo crítica, burla y hasta "madreando" a las chicas que promueven este movimiento. Y bueno, si, les hallo a veces la razón, es que en definitiva las razones de estas "chicas modernas" (¿?) para ser "feministas" está muy alejado de lo que debería verdaderamente llamarse así.
Yo no te vengo a hablar aqui de fechas, de situaciones reales, de historia y todo ello.
Yo te voy a compartir mi opinión como Mamá Real de este tema. Si te gusta o no, pues ... está bien. Ambas tenemos toda la razón, porque nuestro propósito de vida puede ser distinto similar.
Pienso que así como nosotras, un día, los hombres se cansaron de su rol. Y la verdad no sé si ahí fue la desgracia infinita o la bendición más absoluta. Pero en ese momento el cuento de La Caperucita Roja, cambió!.
Ahora, qué es lo que pasaba con Caperucita? Simple, tenía miedo de encontrarse con el lobo, porque quizás mucho tiempo atrás y por miles de décadas, el lobo tenía el poder sobre las frágiles niñas que iban cruzando el bosque para ir donde sus abuelitas. Quizás su mamá había sido una de esas niñas... y solo ver el consejito que le dió a su hija, podemos apreciar que así fue y que aún le tenía miedo.
Caperucita se encontraba ahora temerosa, insegura de sí misma, aceptando su lugar en el espacio y tiempo como víctima. Disfrutando su niñez porque aún era inocente, pero ya predispuesta a que en algún momento saldría a su encuentro el Terrible Lobo Feroz y ella debía irremediablemente ser devorada, o si corría con mejor suerte, podría huir y correr y correr hasta alejarse del peligro.
Sin embargo, cuando éste personaje llegó, Caperucita sí corrió con una mejor suerte. El Terrible Lobo Feroz habló con ella!!! No se la devoró. Quizás se conmovió con su dulzura. Es que imagina el cuadro: Una hermosa niña, con un delicioso botín compuesto de manzanas, tartas, panecillos con miel, leche... una hamburguesa doble carne!... No... lastimosamente eso no. Pero ella embelezada con la belleza de las flores y la naturaleza! O sea... imagino que a ese lobote se le hizo agua la boca y debió querer devorarla de a poquitos, disfrutarla... o bueno, para ser mas fieles a la historia, este temido personaje, ya había sido muchisimo más astuto y había estudiado sus movimientos por bastante tiempo, por ende ya sabía que ella le llevaría a la casa de la abuela que él no se había podido devorar aun. (El tema de la abuelita lo veremos mas adelante). Por ahí dicen que más sabe el diablo por viejo, que por diablo... En fin.
Todo esto tiene un trasfondo, y yo no sé si sea real o no, pero fue como yo vi el caso.
Quizás fue en ese momento, justo en ése, donde el lobo perdió su autoridad como Líder... y por haber querido ser más inteligente, dio un punto de vista diferente. Nos dio ventaja! Bueno, no a nosotras, a Caperucita. Independientemente de su elección , de su inteligencia, de su astucia, ahí fue el quiebre de partida para nuestra historia.
Fue allí donde el hombre se cansó de su rol. Perdón, el lobo! (risas). Quizo obtener ayuda de Caperucita. Inconscientemente, claro está. Quiso permitir que ella fuera quien lo guiara, en cierto sentido. Quiso darle tiempo para que ella llegara más tarde y ella pudiera apreciar su poderío, pudiera captar su horror. Y para qué? Porqué hacer las cosas diferentes? Porqué no solo sorprenderla en el bosque y tragársela de un bocado? Porqué no devorar a su abuela en su casa, aprovechando que estaba enferma y seguir escondido del cazador?? .... en fin. Mi imaginación vuela.
El caso es que justo en este momento si Caperucita se hubiese armado de valor, la historia hubiera sido diferente, no? Si tan solo Caperucita no hubiese sido tan pendeja, perdón inocente, y no se hubiera tragado el cuento del camino más fácil. Si no se hubiese dejado endulzar el oído por esas palabras tan elocuentes de nuestro Terrible y Astuto personaje. Si solo hubiese tomado determinación (que nunca en sus genes habría encontrado por aquello de la predisposición genética de miedo y cobardía y blablabla)... La historia sería otra. Pero bueno, no importa. Sigamos creyendo en su perfecta e inmaculada inocencia y devoción.
Sigamos, este lobo hizo las cosas distintas a como actuaría normalmente y le dió la elección a Caperucita de pensar, de escoger, de liderar. De ésta manera, y ya sea realmente por razones de creatividad, astucia, poderío exagerado, o simplemente cansancio, el lobo cedió su rol. Y así como en nuestra sociedad, en algún punto el hombre no quiso seguir haciendo lo que según su cerebro reptiliano venía haciendo de generación en generación y nos cedió un poco de su rol.
Quizás en algún momento de nuestra sociedad, el hombre prefirió ser más libre, ser un poco más entendido, tener solo un poquito de la debilidad de la mujer y no tener que llevar más la carga solo, quiso compañía y ayuda, qué se yo?. Y a diferencia de nuestro cuento, La Caperucita Real, la de nuestra sociedad, tuvo que escoger otro modo de sobrevivir, de abrirse paso porque su Macho Alfa y motivo de sumisión, le abandonó a su suerte, le dio a escoger un camino más largo que ya estaba destinada a cruzar por decisión de él, del lobo, como ya dijimos, quizás para denotar aun más su terribleza.
Fue ésta Caperucita Real, la que se convirtió en una rebelde con justa causa: Su propia supervivencia.
Y por ésto ahora nos encontramos más Mujeres solas, independientes, empoderadas, trabajadoras, líderes, empresarias, millonarias, exitosas... y madres solas que decidimos ser una Mamá Real. Porque se nos entregó un camino largo, pedregoso, tenebroso, solitario, que aprendimos a conocer y sortear a nuestro modo, y muy alejado de ése camino lleno de mariposas y flores bellas, por donde veníamos y que estábamos acostumbradas a caminar a pesar del peligro inminente de ser devoradas en algún momento y morir sin elección, pero seguras de cierto modo, porque estaba dentro de los estándares de estilo de vida de aquella época.
Entonces, si tengo que escoger cómo andar el camino que me fue dado por decisión de mis predecesores, pues elijo ( y elegí) el de ser ésta Caperucita, La Caperucita Rebelde!! la que le tocó el camino predispuesto, pero con opción de cambiar la historia y no de solo sobrevivir, sino de Supervivir e ir dejando una huella que posiblemente sigan otras Caperuzas, o solo por adornarlo. Y está bien, porqué no, el darle la mano a Nuestro lobo y hacernos colaboradores porque sabemos ahora, por el pre-final de Muerte del cuento de verdad, que cambiando la historia, somos mejores juntos que separados.
Constantemente, por no decir que todos los días, observo en mi facebook distintos Posts de algunos hombres haciendo crítica, burla y hasta "madreando" a las chicas que promueven este movimiento. Y bueno, si, les hallo a veces la razón, es que en definitiva las razones de estas "chicas modernas" (¿?) para ser "feministas" está muy alejado de lo que debería verdaderamente llamarse así.
Yo no te vengo a hablar aqui de fechas, de situaciones reales, de historia y todo ello.
Yo te voy a compartir mi opinión como Mamá Real de este tema. Si te gusta o no, pues ... está bien. Ambas tenemos toda la razón, porque nuestro propósito de vida puede ser distinto similar.
Pienso que así como nosotras, un día, los hombres se cansaron de su rol. Y la verdad no sé si ahí fue la desgracia infinita o la bendición más absoluta. Pero en ese momento el cuento de La Caperucita Roja, cambió!.
Ahora, qué es lo que pasaba con Caperucita? Simple, tenía miedo de encontrarse con el lobo, porque quizás mucho tiempo atrás y por miles de décadas, el lobo tenía el poder sobre las frágiles niñas que iban cruzando el bosque para ir donde sus abuelitas. Quizás su mamá había sido una de esas niñas... y solo ver el consejito que le dió a su hija, podemos apreciar que así fue y que aún le tenía miedo.
Caperucita se encontraba ahora temerosa, insegura de sí misma, aceptando su lugar en el espacio y tiempo como víctima. Disfrutando su niñez porque aún era inocente, pero ya predispuesta a que en algún momento saldría a su encuentro el Terrible Lobo Feroz y ella debía irremediablemente ser devorada, o si corría con mejor suerte, podría huir y correr y correr hasta alejarse del peligro.
Sin embargo, cuando éste personaje llegó, Caperucita sí corrió con una mejor suerte. El Terrible Lobo Feroz habló con ella!!! No se la devoró. Quizás se conmovió con su dulzura. Es que imagina el cuadro: Una hermosa niña, con un delicioso botín compuesto de manzanas, tartas, panecillos con miel, leche... una hamburguesa doble carne!... No... lastimosamente eso no. Pero ella embelezada con la belleza de las flores y la naturaleza! O sea... imagino que a ese lobote se le hizo agua la boca y debió querer devorarla de a poquitos, disfrutarla... o bueno, para ser mas fieles a la historia, este temido personaje, ya había sido muchisimo más astuto y había estudiado sus movimientos por bastante tiempo, por ende ya sabía que ella le llevaría a la casa de la abuela que él no se había podido devorar aun. (El tema de la abuelita lo veremos mas adelante). Por ahí dicen que más sabe el diablo por viejo, que por diablo... En fin.
Todo esto tiene un trasfondo, y yo no sé si sea real o no, pero fue como yo vi el caso.
Quizás fue en ese momento, justo en ése, donde el lobo perdió su autoridad como Líder... y por haber querido ser más inteligente, dio un punto de vista diferente. Nos dio ventaja! Bueno, no a nosotras, a Caperucita. Independientemente de su elección , de su inteligencia, de su astucia, ahí fue el quiebre de partida para nuestra historia.
Fue allí donde el hombre se cansó de su rol. Perdón, el lobo! (risas). Quizo obtener ayuda de Caperucita. Inconscientemente, claro está. Quiso permitir que ella fuera quien lo guiara, en cierto sentido. Quiso darle tiempo para que ella llegara más tarde y ella pudiera apreciar su poderío, pudiera captar su horror. Y para qué? Porqué hacer las cosas diferentes? Porqué no solo sorprenderla en el bosque y tragársela de un bocado? Porqué no devorar a su abuela en su casa, aprovechando que estaba enferma y seguir escondido del cazador?? .... en fin. Mi imaginación vuela.
El caso es que justo en este momento si Caperucita se hubiese armado de valor, la historia hubiera sido diferente, no? Si tan solo Caperucita no hubiese sido tan pendeja, perdón inocente, y no se hubiera tragado el cuento del camino más fácil. Si no se hubiese dejado endulzar el oído por esas palabras tan elocuentes de nuestro Terrible y Astuto personaje. Si solo hubiese tomado determinación (que nunca en sus genes habría encontrado por aquello de la predisposición genética de miedo y cobardía y blablabla)... La historia sería otra. Pero bueno, no importa. Sigamos creyendo en su perfecta e inmaculada inocencia y devoción.
Sigamos, este lobo hizo las cosas distintas a como actuaría normalmente y le dió la elección a Caperucita de pensar, de escoger, de liderar. De ésta manera, y ya sea realmente por razones de creatividad, astucia, poderío exagerado, o simplemente cansancio, el lobo cedió su rol. Y así como en nuestra sociedad, en algún punto el hombre no quiso seguir haciendo lo que según su cerebro reptiliano venía haciendo de generación en generación y nos cedió un poco de su rol.
Quizás en algún momento de nuestra sociedad, el hombre prefirió ser más libre, ser un poco más entendido, tener solo un poquito de la debilidad de la mujer y no tener que llevar más la carga solo, quiso compañía y ayuda, qué se yo?. Y a diferencia de nuestro cuento, La Caperucita Real, la de nuestra sociedad, tuvo que escoger otro modo de sobrevivir, de abrirse paso porque su Macho Alfa y motivo de sumisión, le abandonó a su suerte, le dio a escoger un camino más largo que ya estaba destinada a cruzar por decisión de él, del lobo, como ya dijimos, quizás para denotar aun más su terribleza.
Fue ésta Caperucita Real, la que se convirtió en una rebelde con justa causa: Su propia supervivencia.
Y por ésto ahora nos encontramos más Mujeres solas, independientes, empoderadas, trabajadoras, líderes, empresarias, millonarias, exitosas... y madres solas que decidimos ser una Mamá Real. Porque se nos entregó un camino largo, pedregoso, tenebroso, solitario, que aprendimos a conocer y sortear a nuestro modo, y muy alejado de ése camino lleno de mariposas y flores bellas, por donde veníamos y que estábamos acostumbradas a caminar a pesar del peligro inminente de ser devoradas en algún momento y morir sin elección, pero seguras de cierto modo, porque estaba dentro de los estándares de estilo de vida de aquella época.
Entonces, si tengo que escoger cómo andar el camino que me fue dado por decisión de mis predecesores, pues elijo ( y elegí) el de ser ésta Caperucita, La Caperucita Rebelde!! la que le tocó el camino predispuesto, pero con opción de cambiar la historia y no de solo sobrevivir, sino de Supervivir e ir dejando una huella que posiblemente sigan otras Caperuzas, o solo por adornarlo. Y está bien, porqué no, el darle la mano a Nuestro lobo y hacernos colaboradores porque sabemos ahora, por el pre-final de Muerte del cuento de verdad, que cambiando la historia, somos mejores juntos que separados.
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